El Martes Santo tiene un significado especial para la gran familia sanjuanista. A pesar de haber sacado a la calle ya la procesión del Domingo de Ramos, con toda la cantera que formará el día de mañana los tercios masculino y femenino de la agrupación, y debido a nuestra imbricada trayectoria con la institución de donde sale la procesión del Martes Santo, este día, al igual que les pasa a los otros apóstoles que desfilan con nosotros (San Pedro y Santiago), lo consideramos como algo particular, propio, donde queremos desbordar todas las expectativas y que brille aun más, si es posible, ese maravilloso trono que pasea por las calles de Cartagena a nuestro Apóstol.

El trono siempre se ha vestido de flor en distintos pañoles y almacenes del recinto militar del Regimiento de Artillería, hoy Museo Histórico Militar, salvo últimamente que por las reformas y obras realizadas en dicho recinto, se vestía de flor en Villa Pilatos, unos almacenes propiedad de la Cofradía California, próximos al Parque de Artillería.
Una carencia que se observaba es que, al contrario que las dos restantes agrupaciones hermanas, no se “sentía” durante la mañana y la tarde que nuestro San Juan estaba ahí, engalanándose para la procesión, sin poder ver como es todo el laborioso proceso de “pinchar la flor” en el trono. De esta forma la directiva tomo la decisión en el año 2007 que todo el público que lo deseara pudiera ver todo el proceso de vestir el trono y la imagen, y a su vez, que se fuera preparando una expectación, que tendría su culmen en la salida de la procesión.
A tal efecto desde la mañana del lunes santo, se empieza a instalar la carpa que acogerá el trono del titular, se engalanan también los balcones del edificio del Parque de Artillería y parte de la carrera de la procesión.
El Lunes Santo por la tarde, en la capilla del Parque, se viste la imagen de San Juan por la Camarera del mismo -que tradicionalmente es la esposa del Coronel Jefe- auxiliada por hermanas del Juicio de Jesús y la Madrina de la Agrupación. Una vez vestida, ya el Martes, se sube con sumo cuidado al trono, donde previamente se ha instalado un andamiaje alrededor del mismo.

Una vez terminada esta operación se procede por el equipo de floristas de la Agrupación a iniciar el proceso de anclaje de los soportes donde irá pinchada la flor del trono. Este proceso lleva gran parte del día, terminándose de vestir el trono alrededor de la cuatro de la tarde. Quedando listo y radiante para asombrar, una vez más, a todos los espectadores.
Otra iniciativa que se tomó fue la de realizar en la mañana del Martes Santo delante del trono, los actos protocolarios de distinciones que la Agrupación tiene todos los años con las autoridades civiles y militares, y las personas y empresas que colaboran al sostenimiento de la misma. En éste acto volcamos toda nuestra ilusión y cariño hacia aquellas personas y entidades que tan amablemente nos apoyan, pues sin ellas sería realmente difícil afrontar los continuos e ilusionantes proyectos de mantenimiento y perfeccionamiento de nuestro patrimonio para, en definitiva, engrandecer nuestra Semana Santa.

Todos estos procesos, como hemos referido con anterioridad, se realizan de cara al público, que bien dentro del recinto militar, ó tras la verja que delimita las instalaciones puede seguir todo lo que ocurre.
Una vez preparada la procesión, ésta sale a la calle al atardecer. En el año 2007, se varió la forma organizativa de la salida de la procesión. Anteriormente el trono salía antes que el resto de la procesión esperando en un costado de la salida a que se iniciara el desfile, perdiéndose la vistosidad de ver a tercio y trono caminando al unísono. Por este motivo se decidió que el trono y el tercio aparecieran a la misma vez en la Plaza López Pinto, donde se realizan todos los actos protocolarios de la salida.

Actualmente, el trono aparece por la esquina de la Calle San Juan, al mismo tiempo que el sudario del tercio aparece por el dintel de la puerta del Parque de Artillería, encontrándose ambos para recibir el toque de oración y el saludo del Coronel previo al desfile que nos llevará al encuentro con los otros Apóstoles.
