
La procesión del Jueves Santo es la última que sale bajo el amparo de la Cofradía California dentro de la Semana Santa de Cartagena. En ella, desfila el tercio y trono de San Juan en la Vuelta del Calvario, perteneciente también a la Agrupación de San Juan Evangelista. Este tercio, integrado por jóvenes sanjuanistas, desfila empleando la cera de sus hachotes como fuente de luz, debido a la peculiaridad de que esta procesión desfila por las calles de Cartagena sin la presencia de la iluminación eléctrica, destacando así la austeridad y el recogimiento de la misma al no ir, además, los tercios acompañados por tambores ni banda de música.
El emblema de la Vuelta del Calvario consta de una cruz plateada con un pergamino en el centro que recoge las primeras palabras del Evangelio de San Juan. A los pies de la cruz en el lado derecho figura la corona de espinas, cruzada con la escalera y la lanza rematada con una esponja, atributos de los últimos momentos de la pasión de Cristo. En el lado izquierdo figura un corazón coronado por una llama de fuego, atravesado por siete dagas, tres a la diestra y cuatro a la siniestra. La llama de fuego representa el amor de la Virgen hacia Dios, mientras que los siete puñales representan los “siete dolores de Maria” en contraposición a los “siete gozos”. El origen de esta representación se basa en distintos momentos que la Iglesia tradicionalmente ha considerado como los más penosos en la biografía de la Virgen María. Iniciando. Desde el primero iniciado con la profecía del anciano Simeón (Lc 2,35) que una espada de dolor le atravesaría el alma. Hasta el séptimo y último, cuando Jesús es colocado en el sepulcro (Jn 19, 38-42). Todo el conjunto esta rematado por dos hojas de palma.
Fue en el año 1956 cuando la Cofradía “California”, a solicitud del entonces Hermano Mayor, Don Francisco Celdrán Conesa, y acogiéndose a la nueva liturgia, decidió celebrar una procesión en la tarde del Sábado Santo. Esta procesión a la que se le tituló del “Santísimo Cristo de los Mineros”, fue acordada en el Cabildo de Pleno celebrado el día 15 de Febrero de 1956 y ratificado en Cabildo General de fecha 29 del mismo mes y año. Al no dar tiempo a realizar vestuarios e imágenes nuevas se planificó una procesión improvisada con varios tercios, tronos e imágenes de nuestra Cofradía, con la seguridad de que dichos tronos e imágenes quedarían sustituidos y renovados en años sucesivos, como aseguró el Hermano Mayor, a la sazón empresario minero, que tenía el proyecto de organizar una gran procesión para ese día del Sábado Santo.
En una segunda reunión se creó una comisión compuesta por el Hermano Mayor, Francisco Celdrán Conesa, el Mayordomo Principal, Francisco Linares Buforn y los directivos Juan Alessón López, Ángel Obradors Abril, Manuel Duelo Vidal y Balbino de la Cerra Barceló. Dicha comisión cursó con carácter de urgencia, la autorización de la citada procesión al Obispado y también se envió un comunicado al Ayuntamiento, donde se exponía el acuerdo aprobado por la Cofradía California. Tras varias entrevistas con Monseñor Ramón Sanahuja Obispo de la Diócesis de Cartagena, se consiguió la autorización para celebrar esta procesión.

La composición de la Procesión del “Santísimo Cristo de los Mineros” fue plasmada por la citada comisión de la siguiente forma: en primer lugar, figurarían unos Heraldos Trompeteros que irían abriendo marcha con el trono emblema de la Cofradía. Le seguiría el tercio, un Orfeón y el trono del Stmo. Cristo de los Mineros, con la imagen del Cristo de la Fe, de Mariano Benlliure, realizada en el año 1941 para la Marina de Guerra, y que se le daba culto en la Iglesia del Carmen (al siguiente año se le encargó la imagen del Cristo al escultor García Talens). Después le seguiría el tercio de San Juan, todo de blanco con cíngulo negro y con el proyecto de que al año siguiente saldría el trono de la Vuelta del Calvario, con las imágenes de la Virgen del Primer Dolor y San Juan. Y por último, figuraría un trono con la imagen de la Virgen, obra de Pérez Comendador, cerrando la procesión el Clero y un Piquete militar.
La salida de la nueva procesión del Cristo de los Mineros estaba anunciada a las seis de la tarde del Sábado Santo, pero como iba a coincidir con los Santos Oficios y con otra procesión organizada por la Cofradía Marraja, se acordó sacarla a la una de la madrugada.
En ésta primera procesión salieron los tercios y tronos del “Cristo de los Mineros”, la Magdalena en el Calvario, a cargo de la Agrupación de San Pedro; y los tercios y tronos de San Juan y de la Virgen, dándole escolta el tercio de Soldados Romanos. Acabada la Semana Santa el obispado desautorizó a las dos Cofradías, para que continuaran organizando la salida de nuevas procesiones durante el Sábado Santo.
Al siguiente año 1957, la procesión del Cristo de los Mineros salió al Jueves Santo, a las nueve de la noche, tras la recogida de la procesión del Silencio. Hubo modificaciones en la composición de esta procesión respecto al año anterior ya que se sustituyó el trono de San Juan por el de la Oración del Huerto y se incorporó a la imagen de San Juan la de la Virgen del Primer Dolor ambas de Benlliure y una cruz solitaria. También se suprimió el tercio de “judíos” y se sustituyó por el de Granaderos, que dieron escolta al cortejo. Debido al retraso acumulado entre las dos procesiones, la del “Cristo de los mineros” se retrasó y se recogió ya de madrugada.

En marzo de 1958 el obispo autorizó la salida de las procesiones californias durante el Jueves Santo. Inicialmente la procesión de los “Mineros” debía salir a las 8 de la noche del Jueves Santo y la del “Silencio” a las 11 según lo aprobado por el Sr. Obispo. En Cabildo de Mesa celebrado el 12 de Enero de 1960, se unificaron las dos procesiones, tras ganar la postura avalada por el mayordomo Juan Oliva frente a la encabezada por Manuel Duelo, partidario de continuar realizando dos procesiones separadas. Desde esa fecha se denomina “Solemne Procesión del Silencio y del Santísimo Cristo de los Mineros”, que quedó integrada de la siguiente forma: Agrupación del Ecce Homo, Agrupación del Santísimo Cristo de los Mineros, Agrupación de la Vuelta al Calvario y Agrupación de la Virgen de la Esperanza, dejando de salir el tercio de la “Magdalena en el Calvario”.
El trono utilizado durante los primeros años fue el de la Oración del Huerto. El sudario inicial estaba compuesto por una cruz de la que pendía una sábana que en su centro llevaba el escudo del tercio.
En 1970, la Cofradía encargó, con destino a la procesión del Silencio y Cristo de los Mineros del Jueves Santo, un nuevo trono para el grupo de “La Vuelta del Calvario”. Ya que desde su constitución habían salido con tronos de otras agrupaciones, inicialmente el de la Oración del Huerto, y durante algunos años el de la entrada de NP Jesús en Jerusalén y además era necesario contar con un trono más amplio para poder instalar el grupo escultórico completo. La peana de estilo barroco, se realizó en Granada por el artista Rafael Terón, por un importe de un millón de pesetas, instalándose sobre un chasis de ruedas por ser uno de los tronos más grandes de nuestra Semana Santa.
Durante los primeros años los componentes del tercio eran los mismos sanjuanistas veteranos que desfilaban el Martes y Miércoles Santo. Con el transcurso de los años, estas filas se irían nutriendo de los jóvenes procedentes de los tercios infantiles.

La Agrupación encargó y costeó el grupo de la Vuelta al Calvario al escultor murciano José Sánchez Lozano. El grupo está compuesto por la imagen de San Juan (copia del Titular realizado por Benlliure), Stma. Virgen, que también se solicitó que fuera de rasgos similares a la Virgen del Primer Dolor, obra de Salzillo desaparecida en la Guerra Civil, María Cleofás y María Magdalena, todas ellas tallas de las de vestir. Desde entonces la imagen de San Juan y la de la Virgen permanecen el resto del año en la capilla del Parque de Artillería. Detrás del grupo se elevaba la cruz vacía de Cristo. Años más tarde, se incluyeron dos nuevas cruces con los dos ladrones crucificados, esculturas que fueron talladas por el sanjuanista, Francisco Alarte.
Como el trono de la “Vuelta del Calvario”, estrenado en 1970 fue destinado al tercio de “El Juicio de Jesús”, en 1982 se construyó un nuevo trono para la procesión del Silencio y Stmo Cristo de los Mineros. Este trono fue realizado en los talleres de Francisco Sarabia, bajo diseño de los hermanos sanjuanistas, Francisco Alarte y Antonio López Chumilla. El trono va decorado con 14 vidrieras policromadas, con diferentes escenas de la Pasión, dispuestas alrededor del trono diseñadas. Que fueron diseñadas y realizadas por el artista y sanjuanista Francisco Alarte Aragón. Es el primer trono con unas vidrieras de este tipo que disponen de una iluminación interior, que permite su visualización en la oscuridad de la procesión del Silencio. Las molduras y el panelado se realizaron en el taller de los hermanos Martínez Torralba y se añadieron unas águilas y unas cabezas de ángeles de metal fundido.
El trono fue realizado en el año 1981 en los talleres cartageneros de Francisco Sarabia. Está fabricado en madera de caoba, adoptando una marcada forma rectangular. En cada una de las caras de la peana se sitúan unas vidrieras de cristal emplomado policromadas con distintas escenas de la Pasión y Muerte de Jesús. Entre cada una de ellas va un aplique combinado con una pequeña anilla, todo en bronce. La parte superior de la peana va culminada con un adorno metálico dorado a todo su alrededor. Luce en cada una de sus esquinas una cartela en bronce con forma de candelabro, formando artísticos brazos que combinan formas rectas y curvas de una manera muy original. Cada cartela tiene diez tulipas de cristal color ámbar, con remate rizado en forma de flor. De cada una de ellas cuelgan una gran cantidad de prismas de cristal. En la zona media de cada cartela hay tres lámparas, orientadas hacia abajo, envueltas en una cortinilla formada por prismas cristalinos. El año en que ésta web ve la luz (2012) se cambiará la iluminación del trono a luz de cera líquida, adaptándose de éste modo al discurso del resto de la procesión desterrando la iluminación artificial.

El grupo, obra de Sánchez Lozano, consta de cuatro imágenes, las cuales fueron realizadas entre los años 1968 y 1970. Estas imágenes son las de la Stma. Virgen, San Juan, María Magdalena y María de Cleofás. La imagen de San Juan fue realizada en 1968, siendo una copia de la realizada por Mariano Benlliure para la Cofradía California. Salió por primera vez en la Semana Santa de 1969. La imagen de la Virgen Dolorosa fue realizada con aspecto y rasgos similares a los de la antigua imagen de la Virgen del Primer Dolor, obra aquella de Francisco Salzillo realizada en 1750 y que desapareció durante la Guerra Civil.
En primer lugar de la escena aparecen las imágenes de La Virgen acompañada de San Juan, junto a las cuales está María Magdalena, yendo tras ellos la imagen de María de Cleofás, que porta en sus manos la corona de espinas. En la parte posterior del trono figura la cruz vacía con una toalla, llevando a ambos lados una escalera. Todas son imágenes de vestir, representando el momento en que, tras bajar a Cristo de la cruz, San Juan acompaña a María y a las Santas Mujeres, abandonando el Calvario.
Como hemos indicado al principio, éste paso desfila en la noche del Jueves Santo, permaneciendo las imágenes de la Stma. Virgen y San Juan recibiendo culto durante todo el año en la capilla del Parque de Artillería de Cartagena.