
El colofón del desfile del tercio de San Juan lo conforma el nuevo trono que porta la imagen del Evangelista. Se fabricó entre los años 2017 y 2018 por el Maestro Artesano Esteban Jiménez Escribano. Es en el año 2012 cuando a través de diversos contactos con nuestra Agrupación el Maestro Esteban Jiménez refiere la importancia de nuestra Agrupación en la Semana Santa Cartagenera y en estos primeros momentos se crea una necesidad mutua en la que el Maestro empieza a diseñar diferentes bocetos para el trono titular de San Juan. Esteban procede de una larga tradición de artesanos desde 1798. Ésta es la octava generación que sigue el oficio de forma continuada, aprendiendo de padres a hijos la técnica y el estilo.
El anterior trono se fabricó en 1879 en Cartagena por D. Carlos Mancha, D. José Soro y D. Francisco Requena. Trono del más puro estilo cartagenero, fue el primero realizado junto con el de la Virgen del Primer Dolor en este modo. En esa época iba adornado con ricas gasas, tules y flor minúscula, estando alumbrado con cirios.
En el año 1906 se le incorporó la luz eléctrica. En esa época, el trono era portado por 26 portapasos. Fue en el año 1930 cuando se colocaron los soportes de la peana hasta el suelo, siendo llevado por aquel entonces por un total de 46 portapasos. En 1950 salió el trono totalmente restaurado, ya con un aspecto más similar al actual, obra realizada gracias a la aportación del entonces Coronel Jefe del Regimiento de Artillería, D. Ignacio Gomá, siendo adoptado San Juan Evangelista como Padrino de Honor de dicho Regimiento.
Es en 1970 cuando se modifica toda la base del trono, hasta entonces de madera, cubriéndola en plata y plata dorada. Esta obra la llevó a cabo el Sr. Orrico, configurando así el aspecto que presenta actualmente. Durante el año 1974 se altera el templete y la peana del trono, recubriendo la madera con plata y plata dorada, trabajo éste que fue realizado por el orfebre Sr. Bonacho. En 1975 se sustituyen las cartelas por otras distintas, diseñadas y fabricadas en Industrial Metalúrgica de San Juan de Alcaraz en Riópar (Albacete), siendo una copia exacta del antiguo cartelaje que adornaba el trono. Durante el año 1978 se sustituyó la estructura de madera del trono por otra de hierro, trabajos que fueron realizados en los talleres del Parque de Artillería por el maestro Sr. Ortega.

La reforma más importante llevada a cabo en los últimos años es la realizada en 1996, donde se elimina toda la madera del trono, quedando el templete, la peana y la estructura interior fabricada en aluminio, disminuyendo así una parte importante del peso del mismo. Se realizaron en nueva fundición (en aluminio y oro) todos los grabados, se reforzaron y doraron todas las cartelas y se le dio un baño plateado y dorado a todas las imágenes y tallas del templete del mismo, al igual que a las águilas que sirven de remate a las varas del trono. Con esta reforma se mejoró el valor artístico del trono sin modificar su forma externa. Toda la obra fue llevada a cabo dentro del parque de Artillería por dos empresas de Cartagena.
En 1997 se cambió la iluminación del trono, colocando bombillas halógenas, con lo que se aumentó en un cincuenta por ciento la luminosidad del mismo. Estas lámparas fueron traídas desde Massachussets (Estados Unidos). Todo este trabajo fue hecho gracias al estudio llevado a cabo por el Sr. Moya Doménech.
En el año 2000 se alargaron las varas del trono, dando cabida a un mayor número de portapasos. La última de las grandes reformas que ha sufrido el trono fue realizada en el año 2004 por miembros de la Agrupación. En ella se recubrió toda la parte metálica de la peana con acero inoxidable pulido y se modificó al templete donde va la imagen. De igual forma se aumentó la distancia entre las cartelas superiores, con el objetivo de procurar un mejor visionado de la imagen de San Juan.

En el año 2011 se reformó la electricidad del trono permitiendo la incorporación de bombillas led que aportan al trono mayor luminosidad y blancura, haciendo posible su iluminación con tan sólo cuatro baterías, de éste modo se eliminó el engorroso sistema antiguo con el que el suministro de baterías para la iluminación del trono se realizaba desde un pequeño carro que llevaba como motivo central el libro del evangelio de San Juan asentado sobre una peana con finos tallados en madera, decorada por leves tallas doradas así como por unos finos jarrones en sus esquinas. Todo esto se apoyaba sobre la peana inferior, que servía de estructura al armazón donde van resguardadas las baterías. Con ésta innovación llevada a cabo por D. Jose Marcos Heredia, la Agrupación de San Juan es, una vez más, pionera en innovaciones técnicas que después son adaptadas en el resto de agrupaciones por su eficacia y resultado estético.
El trono consta de una peana base, en plata, a lo largo de la cual se contemplan unos medallones con escenas de la vida de San Juan y símbolos de la Pasión (todo ello en plateado y dorado), llevando en cada esquina una voluta tallada en plata dorada. Una moldura dorada cierra el contorno superior de la peana. De esta base parten las varas para portar el trono a hombros. Estas varas presentan acabados en dorados para la parte superior, estando rematadas por unas águilas de metal plateado. La longitud de cada vara alcanza los 2,69 metros.

Sobre la peana base se asienta otra más pequeña, con molduras doradas, que lleva cuatro tallas en forma de hojas en las esquinas. A partir de ella se levanta el templete, con una altura de 1,80 metros, sostenido por cuatro grandes tallas doradas de formas curvas, que sirven de estructura para la parte superior. En esta parte se asienta la plataforma, en aluminio con apliques dorados, donde va colocada la imagen de San Juan Evangelista. En cada una de las tallas ya descritas que sujetan el templete se asientan los símbolos de los cuatro evangelistas, portando el libro de los evangelios.
En la parte interior del templete figura, en bronce plateado, una nube sobre la que se asienta el Libro del Apocalipsis con los siete sellos que representan cada uno de los estadios. Sobre este libro va el Cordero Pascual, sobresaliendo tras él unas potencias luminosas en plata que ensalzan este motivo central. Años atrás figuraba, delante del Cordero Pascual, una pequeña caja plateada donde iban varias reliquias pertenecientes a San Juan, traídas desde la tumba del Apóstol en Éfeso. Actualmente estas reliquias están en el Archivo- Museo de esta Agrupación.

A los pies de la imagen resalta, en madera tallada y dorada, un gran águila que porta en sus garras un pergamino con las primeras palabras del evangelio de San Juan. Esta águila, el Águila de Patmos, simboliza la altura que alcanza el Evangelio escrito por el Discípulo Amado de Jesús, siendo uno de los elementos más característicos y tradicionales del trono sanjuanista. También a los pies del Santo se sitúa el Bastón de Mando que el Regimiento de Artillería 73 de Cartagena donó a la Agrupación en el año 2007, siendo Coronel Jefe del mismo D. Carlos Alberto Sánchez Lacasa.

El trono lleva ocho cartelas, cuatro que salen del templete y que van rodeando a la imagen y otras cuatro, más pequeñas, que van en cada una de las esquinas de la peana base del mismo. Cada cartela va totalmente cubierta de flor, simétricamente dispuesta en dos grandes coronas, así como en los espacios entre ellas, rodeando a las tulipas que, en un total de 120, se distribuyen por todo el trono. Estas tulipas están fabricadas en cristal transparente manchado en blanco, acabando artísticamente en un bello remate rizado. Debajo de cada una de las tulipas cuelgan numerosos prismas de cristal de roca, dándole al movimiento del trono un sonido muy característico. La iluminación del trono se ve completada por 136 bombillas que van ocultas entre el cartelaje, así como en diversas zonas de los costados.
Las dimensiones de la peana base son de 3,74 x 2,27 metros, alcanzando el trono una altura total de 5,60 metros. La anchura máxima del trono medida en las cartelas inferiores es de 3,35 metros, y la anchura máxima medida en las cartelas de la parte superior es de 2,25 metros. La longitud total del trono, incluidas las varas, es de 9,12 metros. El trono pesa unos 2.000 kilos, y es portado a hombros por un total de 120 portapasos. Va adornado con unas 1.300 docenas de claveles blancos y unas 500 docenas de variada flor fina. En la procesión del Martes Santo combina la flor blanca y roja ó amarilla, vistiéndose enteramente de blanco en la noche del Miércoles Santo, en la que se suele engalanar la flor del trono con tiras de seda de las que cuelgan flores de azahar.
Los portapasos

No se puede hablar del trono de San Juan Californio, de puro estilo cartagenero, sin hacerlo de sus portapasos y de la importancia de éstos en el conjunto del desfile pasional, por éste motivo, la Agrupación de San Juan Evangelista ha sido la única dentro de la Cofradía California y una de las pocas en la Semana Santa, que ha mantenido la tradición de los portapasos, desde la creación del paso de San Juan en 1751.
En la década de los 50 comenzaron a introducirse en nuestras procesiones los tronos con chasis de ruedas, debido a la incorporación de peanas de mayor peso y tamaño, junto con incremento del itinerario de las procesiones, con calles más anchas y de fácil maniobrabilidad para los tronos. Pero el principal motivo por el que las distintas Agrupaciones optaron por eliminar a los portapasos y dotar de chasis a los tronos para que éstos fuesen sobre ruedas, fue por el importante gasto que ocasionaba su contratación y que encarecía de forma notable la salida de las procesiones.

Fueron muy pocas las Agrupaciones que mantuvieron el tipismo del trono llevado a hombros, que quedó reducida al Cristo del Socorro, la Virgen Dolorosa de los Marrajos, la Virgen del Amor Hermoso de la Cofradía del Resucitado y San Juan californio. La Agrupación de portapasos de la Piedad fue la primera que se fundó en 1943 y que quedó oficialmente constituida en 1945, siendo la única durante mucho tiempo en estar formada por portapasos que no cobraban un salario.
La Agrupación de San Juan, siempre ha defendido la importancia de los portapasos que con su calor humano y el característico balanceo del trono contribuyen a la magnificencia de los desfiles, pese al importante montante económico que suponía. El Trono de San Juan ha sido portado siempre a hombros de sus portapasos, a excepción del paréntesis comprendido entre los años 1959 a 1962, en que se ideó un sistema por medio de unos rodillos, que simulaban el balanceo del trono de forma continuada colocando un penitente en cada esquina del trono, simulando que lo llevaban. Este sistema no dio el resultado apetecido por lo que se eliminó, continuando hasta nuestros días con la tradición de ser portado a hombros.
En la década de los ochenta se produjo un retorno de los portapasos a los desfiles procesionales, alcanzando un protagonismo y popularidad hasta entonces poco sentido en Cartagena. Estos nuevos portapasos se incorporaron sin un interés económico y con la capacidad de transmitir con su esfuerzo y carga visceral, un sentimiento de fervor y pasión al público que los admira a lo largo del recorrido. En 1982 hizo su salida a hombros desde la Pescadería el trono del Jesús Nazareno, en el mismo año también lo hizo San Pedro y un año después se formó la Agrupación de Portapasos en el trono de Santiago. La Virgen del Primer Dolor en 1984, San Juan Marrajo en 1985, … Actualmente están incorporados a un gran número de Agrupaciones, algunas constituidas por portapasos femeninos (1998) como la Agrupación del Ósculo, o infantiles, del Sermón de la Montaña que desfila el Domingo de Ramos. Esta nueva reintroducción de los portapasos, supuso también un importante cambio, al rescatar el sentido religioso penitencial de las primeras procesiones.

En lo referente a San Juan Californio, en 1964 se formó la Agrupación de portapasos de San Juan, por iniciativa de algunos de los Portapasos que salían en años anteriores. Aunque no se constituyó oficialmente hasta el año 1984, con la denominación de “Tercio de Caballeros Portapasos de la Agrupación de San Juan Californio”. En este año de 1964, la Agrupación de portapasos estuvo compuesta por 42 hermanos, 1 capataz y 1 sotavara. Al no ser suficiente el número de hermanos para completarla, fue preciso cubrir diez vacantes a sueldo, plantilla que se completó al año siguiente. En 1983 constaba de 112 Portapasos, número que en la actualidad ha aumentado a 120.